
SIEMBRA
Honra al SEÑOR con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos.
Así tus graneros estarán llenos con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino nuevo.
(Proverbios 3:9-10)

PORQUE DEBEMOS SEMBRAR
Según damos, así recibiremos. Es lo que sucede con el agricultor. El que siembra solo una planta recibirá menos frutos que el que siembra 100. ¡Es lógico! El que planta más, recogerá más. Este es un principio que se repite en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, la persona más amigable, tiene más amigos.
Lo mismo sucede con nuestras ofrendas y con el dar. Si damos mucho y compartimos con alegría lo que Dios nos ha provisto, recibiremos bendiciones de vuelta. Esto no significa que todos seremos ricos, pero sí quiere decir que si damos con generosidad y alegría recibiremos muchas bendiciones. Las bendiciones de Dios vienen de muchas formas: estemos atentos y sensibles a su mover en todo momento.